Intress explica: de la experiencia al conocimiento

7 mayo 2018 | Intress

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Desde Intress siempre hemos querido dejar constancia de la experiencia de los años que nos avalan cuidando de las personas en las diferentes etapas de su vida. Esta es una historia que viene de lejos y esta semana, en la presentación del libro sobre nuestro Modelo de Atención a la Librería Alibri de Barcelona, ​​hemos querido volver a poner de relieve. Intress publicó sus primeras obras ya 1986, con la Colección Documentos de Trabajo Social; un título que revela ya el interés de estudio y calidad de la práctica social.

En ese época se estaban construyendo y consolidando los servicios sociales en Cataluña y en España y los títulos de esta colección explicaban la capacidad de Intress para ayudar a esta construcción de los Servicios Social, publicando tanto a autores autóctonos, a menudo miembros y colaboradores de Intress, como personas de fuera, conocidas por su saber en este ámbito de los Servicios Social y Trabajo Social.

Y siguiendo con estas publicaciones que se basan en la propia experiencia en la atención, Intress publicó con el Ministerio del Interior, el ‘Plan Nacional de Drogas’, unas ‘Guías para las familias de acogida y para los profesionales de los Servicios Sociales‘ , sobre la acogida familiar en familias extensas de los hijos de padres toxicómanos.
Ya en los años 2000 publicó algunos libros más enfocados a la calidad y mejora de las organizaciones no gubernamentales o no lucrativas, con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, sobre la Norma ONG con calidad y también con IRES y la Fundación Pere Tarrés, en en 2008, ‘La gestión estratégica de ONL’.

Pero las colecciones con que Intress se hizo más conocida fueron una contribución notable a la mejora de las prácticas profesionales:
La Editorial ARESTA, y la Colección INTRESS.

La Colección INTRESS comenzó en los años 90 y ha pasado por varias etapas, con diferente intensidad y cambiado de formato hasta día de hoy. La nueva etapa, iniciada en 2010, se puso al día en cuanto a grafismo, portada, color, y comenzó de la mano de la Editorial ARESTA. Hoy en día, ya tenemos en las librerías de referencia como Alibri, textos y experiencias de diferentes profesionales y ámbitos de actuación de nuestra entidad. Reflexiones sobre la actividad profesional y nuevas maneras de intervención en el sector de la acción social y que dan apoyo a las personas afectadas y sus familiares, pero también a los profesionales que tienen que tratar con varios colectivos.

La gestión del Consejo Editorial de Intress es voluntaria y la componen diferentes socios de Intress. Actualmente hay cuatro personas que forman parte: José Manuel Cañamares, Montserrat Castaño, Gloria Rubiol y Amparo Porcel.
Los libros que se publican, los agrupamos en estas colecciones, según la temática de la que hablan: Intress investigación, Intress experiencia e Intress reflexión.

Estos son todos los libros publicados:
Colección Intress (Editorial Aresta):
– «Hablando de recuperación. La salud mental desde Otro punto de vista «Carlos Salamero (coord.) 2010
– «Historias de vida, Historias de violencia. Si mi pareja me Hace Daño ¿por qué sigo con ella? Elvira Aparici y Carmen Estarellas 2010
– «Respuestas a la violencia contra la mujer», Mª Áºngeles Viladot, 2015
Durante el 2016-2017 se han publicado cuatro libros enmarcados ya en el Proyecto Editorial incluidos en las siguientes colecciones:

Intress Investigación:
– «Investigación sobre estrés postraumático y resiliencia en mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja», Mª Ángeles Viladot, 2016
Intress Experiencia:
– «Familias, profesionales y Otras tribus. Una Propuesta de trabajo con la familia en trastorno mental «, Ángeles de la Hoz Garcimartín (coord.) 2016

Intress Reflexión:
«Las personas y la Comunidad motores de la transformación social. Modelo de atención «Varios autores. 2017
Y fuera de estas colecciones, tenemos:
– «La Elefantita Iris», un cuento infantil escrito por un grupos de niños y niñas del Servicio de Apoyo a la Acogida en Familia Extensa de Nou Barris (Barcelona).

Desde Intress agradecemos y nuestras profesionales y también a toda las personas que nos han apoyado desde el inicio para hacer posible lo que ya es una realidad: la edición en libros de todo el conocimiento que nuestra entidad quiere poner al servicio de la sociedad.

 

 

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Finaliza con éxito un nuevo curso de Aprendizaje y Servicio en la Seu d’Urgell

Desde el Servicio de Rehabilitación Prelaboral, celebramos la finalización de un nuevo curso escolar lleno de actividades y aprendizajes compartidos gracias a los proyectos de Aprendizaje y Servicio (APS) que llevamos a cabo con diferentes escuelas de la Seu d’Urgell. Este curso hemos participado activamente con tres centros educativos de la ciudad, con quienes hemos trabajado para fomentar valores como la inclusión, el respeto y la conciencia en torno a la salud mental. En todos los centros se han realizado charlas de sensibilización que han contribuido a abrir espacios de reflexión y diálogo. Escuela Pau Claris Con el alumnado de este centro hemos compartido la experiencia de crear y cuidar un huerto. Tras realizar la plantación conjunta en la escuela, celebramos una jornada de juegos en nuestro centro para favorecer la convivencia y el intercambio. Para cerrar el proyecto, fuimos invitados a disfrutar de su obra de teatro de final de curso. Colegio La Salle Con los niños y niñas de 4º de primaria diseñamos y dinamizamos una yincana dirigida al alumnado de 1º. También recibimos su visita en nuestro centro, donde participaron en actividades lúdicas y espacios de reflexión con el objetivo de romper estigmas y promover la inclusión. El proyecto finalizó con un desayuno conjunto muy especial. Escuela Albert Vives Como cada año, hemos colaborado en el proyecto de huerto solidario del centro. Junto con el alumnado de 3º de primaria, hicimos la compra de plantas en el mercado, la plantación y el cuidado del huerto. La cosecha resultante se destinó íntegramente al Banco de Alimentos de la Cruz Roja, contribuyendo así a una causa solidaria. Estas iniciativas refuerzan los vínculos entre nuestro servicio y la comunidad educativa, y nos ayudan a seguir construyendo una sociedad más justa, empática e inclusiva.
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VOLUNTARIADO Y RADIO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

VOLUNTARIADO Y RADIO EN TIEMPOS DE PANDEMIA, en el Día Internacional del Voluntariado, 5 de diciembre. Linkavol os felicita por el Dia de los y las voluntarias. Este artículo cuenta cómo una acción de voluntariado realizada en Intress ha facilitado el desarrollo del programa de radio “Mejor Imposible” desde el inicio de la pandemia de COVID-19, uno de los diferentes programas de radio que Intress lleva realizando en Madrid desde hace más de 15 años en el Área de Salud Mental. Hoy queremos celebrar el Día Internacional del Voluntariado haciéndoos partícipes de una actividad muy hermosa que se lleva a cabo en uno de los CRPS de la Zona Centro, y lo vamos a hacer a través de la voz de su equipo de radio, cuyos programas llegan a los oídos y a los corazones de un número de oyentes cada día mayor. La pandemia cambió nuestro modo de vivir: nos confinó, nos arrebató a personas queridas, redujo o eliminó las relaciones sociales tan necesarias para el ser humano. Durante mucho tiempo, en las emisoras de radio y de televisión sólo aparecía el número de fallecidos, de contagiados, de enclaustrados en las UCIs; los lamentos de los comerciantes y profesionales en general que habían visto comprometido su puesto de trabajo; la angustia de las familias con su economía gravemente mermada… Las calles, vacías; los comercios, cerrados; las escasas personas que transitaban lo hacían embozadas, con la cabeza baja y la mirada perdida. Los ánimos entristecidos y la libertad comprometida no alcanzaban a mostrar cuándo llegaría el fin de esa terrible situación. El panorama internacional era tan o más desolador. La Tierra parecía sumergida en un mundo de tinieblas que dejaba a sus habitantes ciegos e impotentes. En medio de este panorama, un faro, encendido desde hace más de 10 años, no dejó que sus luces se apagaran, aunque su resplandor brillara tenuemente. Un grupo de mujeres y hombres, Isma, Chus, Iñaki, Belén, José Antonio, Mariví y Ángel José, usuarios del CRPS Villaverde de Madrid, Luis, usuario dado de alta del CRPS” Martínez Campos y voluntario de Intress, apoyados y supervisados por Camino y Miguel, trabajadores del centro, se cuestionó si debiera llevar adelante su programa. Por unanimidad, acordaron hacerlo y se “confabularon”, en el mejor de los sentidos, para seguir manteniendo viva esa llama, para que su fulgor llegara a las personas fieles seguidoras, animando sus días con las palabras adecuadas para alegrarles el corazón; con la música, que es la mejor de las medicinas para el espíritu: con charlas, informaciones, noticias y aportaciones de personas invitadas que trataran temas de interés para todos, que hablaran de libros, recitaran poemas, expresaran opiniones, sensaciones y sentimientos. En fin, determinaron continuar apoyando a sus radioescuchas en los momentos de soledad y abatimiento, arrancando una sonrisa de sus labios, alguna lágrima y, especialmente, transmitiéndoles la seguridad de que no estaban solos. Poco a poco esa luz se fue intensificando, haciéndose más viva y alegre. En los primeros tiempos de la pandemia era frágil y tímida. Los programas se hacían por los escasos medios que estaban al alcance de este equipo de radio: grabaciones de cada uno en audio, conexiones por Zoom salvando los escollos del retardo, recogida y ensamblaje de aportaciones… Trabajaron duramente y con ilusión para sortear los obstáculos de producción y emisión, pero ninguno desistió de aportar su granito de arena y se mantuvieron firmes, siempre adelante y con ánimo creciente, hasta culminar en un asombroso y singular programa emitido recientemente. En la actualidad y desde las últimas emisiones de antes del verano, las condiciones de trabajo se han ido dulcificando: ya pueden acudir al estudio, “encapsulados” por los ya conocidos paneles transparentes, aunque también, en algunos casos, siguen incluyéndose las participaciones a través del Zoom. El 8 de noviembre, tuve el privilegio de escuchar el programa “La música de nuestras vidas”. Previamente, nos habían invitado a todos los allegados, seguidores, amigos y amantes del programa a enviar mensajes de audio hablando de la canción que hubiera dejado una huella indeleble en nuestro recuerdo, y la razón del porqué así era. La intención era hacer una emisión dedicada a la expresión de nuestros sentimientos. Comencé a escucharlo y pude comprobar cómo todo mi ser se iba conmoviendo más y más con aquellas melodías y los comentarios que las precedían. Hoy, quiero compartir con vosotros algunos de los que más me impactaron: “A tu Lado, porque habla de comenzar de nuevo, de morir y resucitar en una misma vida muchas veces, porque al fin en la vida nos vamos a encontrar en mucho tipo de situaciones, pero es necesario saber enfrentarlas con alegría, con entusiasmo, con optimismo, luchar contra nuestros miedos, contra nuestros fantasmas, contra nuestros problemas y, sobre todo, resucitar”. “Vivir para Ganar porque, a pesar de todo lo que he padecido desde que era un niño, he nacido para ganar”. “La canción de Rocky nos habla de que todos tenemos un sueño que cumplir y no hay que tirar la toalla”. “Lágrimas en el Cielo, homenaje de Eric Clapton a su hijo fallecido, que es la expresión del amor que tiene un padre hacia sus hijos. A pesar del tema triste, es una canción que merece ser escuchada porque el autor pone todo su corazón, toda su alma cuando la interpreta”. “Esta canción que trata de las cosas bonitas que dicen los hombres a las mujeres, es motivo de recreo para mí cuando me apetece estar contento”. “Viva la Vida, porque es un himno, himno a la vida y cada vez que la escucho me da alegría, me da esperanza”. «Redemption Song, que habla de la esclavitud, porque todos, de alguna manera y algunas veces, la padecemos, física y emocionalmente.” “Sobreviviré, porque es una canción que me motiva seguir adelante, a levantarme, a mover los pies”. “Es la canción que siempre me ha animado en los malos tiempos.” “Con esta canción, que me da mucha vidilla y que me parece multicultural, me entran ganas de relacionarme con todos”. “La canción Respirar me ayuda a estar tranquila y relajada cuando los momentos no son muy buenos”. .… Y, así continuaba el programa, con canciones que iban directamente al corazón, expresando sentimientos, alegrías, esperanzas, deseos de superación… Imaginé varios subtítulos para este escrito: “El Rayo que no Cesa”, emulando a Miguel Hernández, porque este grupo de radio es rayo por la luz que irradia, y es rayo por su fuerza. También pensé en “Un faro en las Tinieblas”, porque para muchos es la antorcha que ilumina algunos momentos de sus días. Más adelante elegí “Caminos de Superación”, título de otro de los hermosos programas de este equipo que se me mostraba muy significativo, porque de eso es de lo que se trata: de ir siempre adelante y hacia arriba, venciendo nuestros miedos, salvando los obstáculos que se empeñan en matar nuestras esperanzas. No lo dudemos: vamos a conseguirlo.  GRUPO DE VOLUNTARIADO DE ZONA CENTRO   LinkavolC
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CARTA PARA ESTE 5 DE DICIEMBRE, DÍA DEL VOLUNTARIADO

Nadie la esperaba, nadie la deseaba, nadie la había presentido, pero llegó a invadirlo todo como una espesa y amenazadora niebla que difuminó el cuerpo y el espíritu de todos los seres de la Tierra, sus vidas, sus ilusiones, el curso de sus días, su salud personal y la de su entorno familiar y social. Muchos de ellos perdieron sus personas queridas, parientes, amigos, vecinos… Los laceró sin piedad echando sal en las heridas que había abierto en sus carnes y en sus almas. También frenó el ritmo de las actividades cotidianas, cambiando el modo de realizar la vida diaria y la forma de enfrentarse a todos los retos y problemas pequeños y grandes. El tiempo pareció pararse como si el planeta hubiera decido interrumpir su marcha en el espacio sideral. En el ominoso silencio de las ciudades y lugares de reunión sonaban de manera preferente tenebrosos términos, unos conocidos y otros de nuevo cuño: pandemia, coronavirus, Covid-19, mascarillas, gel protector, lavado de manos, confinar, cuarentena, test de antígenos, PCR, confinamiento, estado de alarma, morgue, primera ola, desescalada, segunda ola, contagiados, muertos, sanitarios, respiradores, UCI, UCI, UCI… Las restantes palabras que expresan alegría, esperanza, diversión, acercamiento, quedaron relegadas casi al olvido, esperando tiempos mejores ocultos en un horizonte incierto. A los miembros del voluntariado de Intress también nos llegó la pandemia sin hacer distinciones: A 13 de marzo éramos 105 voluntarios, entre mujeres y hombres, los que estábamos colaborando con entusiasmo en los centros, dando lo mejor de nosotros y recibiendo a cambio el hermoso regalo de la respuesta, el afecto de las personas atendidas y el aprendizaje sobrevenido. A partir de ese día, todo sufrió un cambio radical y doloroso: Perdimos la cercanía con las personas atendidas y tuvimos que aparcar para un mejor momento nuestros deseos de ayudarlas presencialmente. Bueno, a algunos voluntarios y voluntarias no les afectó, porque tuvieron la fortuna de poder continuar colaborando, ya que las especiales características de su actividad se lo permitían, siempre que cumplieran las ineludibles normas impuestas por los preceptos oficiales. Hablemos un poco de estas “afortunadas” personas voluntarias: En la Zona Norte, aquéllas, cuyos nombres desconozco, que apoyan en los centros de Infancia, siguen aún cumpliendo su cometido. En la Zona Este, algunas continúan ejerciendo su voluntariado, pero sólo en centros restringidos. Las coordinadoras del voluntariado en las Zonas Norte y Centro se mantienen en la brecha, utilizando para ello los asombrosos medios tecnológicos. Luis y su grupo siguen emiten en la radio comunitaria, los martes de cada semana, su magnífico programa “Mejor Imposible”, ayudándose ahora del Zoom, (¡bendita tecnología que nos permite hacer fácil lo difícil!), consiguiendo con sus emisiones mitigar la soledad, el miedo y el hastío de los oyentes confinados, poniendo un rayo de sol en la monotonía de su jornada. Juan, el policía, entrena los viernes al equipo de fútbol disfrutando, en la medida de lo posible, de la libertad condicionada que ofrece su ejecución al aire libre. Carlos, el jardinero, cuida como siempre las plantas que embellecen el ambiente de su CRPS de referencia, poniendo un matiz de alegría en el entorno. María Elena y Andrea se han incorporado recientemente a un proyecto, en el que colabora el CRL Vallecas, de dinamización del barrio para el embellecimiento de sus balcones y ventanas. ¡Hermosa labor que puede dar muchas satisfacciones a los viandantes que tengan la oportunidad de contemplarlos! Pilar continúa con sus clases de pintura en su CRPS, queriendo combatir así la tristeza y oscuridad de estos tiempos con el arma de sus pinceles que plasman la belleza en los lienzos y láminas de dibujo. ¡Un regalo para la vista y una sensación de serenidad para el espíritu! Ahlam comienza su colaboración en un centro de la Zona Este, apoyando las tareas de gestión y de ocio. Próximamente, se incorporará una nueva voluntaria a realizar su tarea como linkavole, online, por supuesto. Pero, el resto, ¡ay, el resto! se resigna a esperar pacientemente que la situación vuelva a ser la de antes para continuar realizando su voluntariado y así atender a la infancia, a las mujeres maltratadas, a los disminuidos intelectualmente, a los mayores en residencias y centros de día, a las personas afectadas por el mal de la enfermedad mental… A todas, todas aquéllas sobre las que recae de forma cruel el riesgo de la exclusión social. Esos hombres y mujeres voluntarios han dejado reposar sus ansias de ayudarlas, de hacerlas sonreír, de aportarles su dedicación para que consigan ser más fuertes y seguras de sí mismas. Esperan con ilusión que llegue el momento en que la sociedad reviva; de que las mascarillas no oculten la sonrisa y puedan ser arrojadas al contenedor más cercano; de que las palabras de aliento y de consuelo puedan ir acompañadas de un respetuoso acercamiento corporal; de que nadie pueda mirarlas con desconfianza cuando avancen medio paso en la fila del cajero o en el ascensor; de que no se vea ya salir de los colegios a una legión de estudiantes con su faz semicubierta por la obligatoria protección; de que puedan ver la expresión facial completa de las personas que las atienden en las consultas médicas, en los transportes, en los bares, en los comercios; de que sus cuerpos puedan ser enteramente libres; de que el sol brille para toda la humanidad con el mismo fulgor. Podría enumerar muchos nombres de esas personas voluntarias, pero sería farragoso. Basten, como ejemplo, los siguientes: Luis-Javier, Dinora, Ana-Isabel, Clara, Javier, Andreu, Juan Carlos, Jaume, Manuel, María, Soledad, Santiago, Montse, Vicente, Gorka, Aitor, Cecilia, Paqui, Trinidad, Carmen, Anna María, Carolina, Rosa María, Eulalia, Vicente, Nuria, María Jesús, Catalina, Víctor, Marta, Margarita, Martina, María José… En fin, hombres y mujeres en callada espera, los aludidos y los no nombrados, hasta alcanzar el número de 105, que realizaron con ilusión y ansias de ayudar su colaboración a comienzos del año en curso y que vieron cortadas sus alas un 13 de marzo de infausta memoria. El Voluntariado de Intress está más vivo que nunca. Ahora calla, pero hablará con voz fuerte cuando todo esto haya pasado. Y ¡pasará! ¡Qué así sea! UN TEXTO ESCRITO por PAZ VILA. Diciembre de 2020.  

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