VOLUNTARIADO Y RADIO EN TIEMPOS DE PANDEMIA, en el Día Internacional del Voluntariado, 5 de diciembre.
Linkavol os felicita por el Dia de los y las voluntarias.
Este artículo cuenta cómo una acción de voluntariado realizada en Intress ha facilitado el desarrollo del programa de radio “Mejor Imposible” desde el inicio de la pandemia de COVID-19, uno de los diferentes programas de radio que Intress lleva realizando en Madrid desde hace más de 15 años en el Área de Salud Mental.
Hoy queremos celebrar el Día Internacional del Voluntariado haciéndoos partícipes de una actividad muy hermosa que se lleva a cabo en uno de los CRPS de la Zona Centro, y lo vamos a hacer a través de la voz de su equipo de radio, cuyos programas llegan a los oídos y a los corazones de un número de oyentes cada día mayor.
La pandemia cambió nuestro modo de vivir: nos confinó, nos arrebató a personas queridas, redujo o eliminó las relaciones sociales tan necesarias para el ser humano. Durante mucho tiempo, en las emisoras de radio y de televisión sólo aparecía el número de fallecidos, de contagiados, de enclaustrados en las UCIs; los lamentos de los comerciantes y profesionales en general que habían visto comprometido su puesto de trabajo; la angustia de las familias con su economía gravemente mermada… Las calles, vacías; los comercios, cerrados; las escasas personas que transitaban lo hacían embozadas, con la cabeza baja y la mirada perdida. Los ánimos entristecidos y la libertad comprometida no alcanzaban a mostrar cuándo llegaría el fin de esa terrible situación. El panorama internacional era tan o más desolador. La Tierra parecía sumergida en un mundo de tinieblas que dejaba a sus habitantes ciegos e impotentes.
En medio de este panorama, un faro, encendido desde hace más de 10 años, no dejó que sus luces se apagaran, aunque su resplandor brillara tenuemente. Un grupo de mujeres y hombres, Isma, Chus, Iñaki, Belén, José Antonio, Mariví y Ángel José, usuarios del CRPS Villaverde de Madrid, Luis, usuario dado de alta del CRPS” Martínez Campos y voluntario de Intress, apoyados y supervisados por Camino y Miguel, trabajadores del centro, se cuestionó si debiera llevar adelante su programa. Por unanimidad, acordaron hacerlo y se “confabularon”, en el mejor de los sentidos, para seguir manteniendo viva esa llama, para que su fulgor llegara a las personas fieles seguidoras, animando sus días con las palabras adecuadas para alegrarles el corazón; con la música, que es la mejor de las medicinas para el espíritu: con charlas, informaciones, noticias y aportaciones de personas invitadas que trataran temas de interés para todos, que hablaran de libros, recitaran poemas, expresaran opiniones, sensaciones y sentimientos. En fin, determinaron continuar apoyando a sus radioescuchas en los momentos de soledad y abatimiento, arrancando una sonrisa de sus labios, alguna lágrima y, especialmente, transmitiéndoles la seguridad de que no estaban solos.
Poco a poco esa luz se fue intensificando, haciéndose más viva y alegre. En los primeros tiempos de la pandemia era frágil y tímida. Los programas se hacían por los escasos medios que estaban al alcance de este equipo de radio: grabaciones de cada uno en audio, conexiones por Zoom salvando los escollos del retardo, recogida y ensamblaje de aportaciones… Trabajaron duramente y con ilusión para sortear los obstáculos de producción y emisión, pero ninguno desistió de aportar su granito de arena y se mantuvieron firmes, siempre adelante y con ánimo creciente, hasta culminar en un asombroso y singular programa emitido recientemente.
En la actualidad y desde las últimas emisiones de antes del verano, las condiciones de trabajo se han ido dulcificando: ya pueden acudir al estudio, “encapsulados” por los ya conocidos paneles transparentes, aunque también, en algunos casos, siguen incluyéndose las participaciones a través del Zoom.
El 8 de noviembre, tuve el privilegio de escuchar el programa “La música de nuestras vidas”. Previamente, nos habían invitado a todos los allegados, seguidores, amigos y amantes del programa a enviar mensajes de audio hablando de la canción que hubiera dejado una huella indeleble en nuestro recuerdo, y la razón del porqué así era. La intención era hacer una emisión dedicada a la expresión de nuestros sentimientos.
Comencé a escucharlo y pude comprobar cómo todo mi ser se iba conmoviendo más y más con aquellas melodías y los comentarios que las precedían. Hoy, quiero compartir con vosotros algunos de los que más me impactaron:
“A tu Lado, porque habla de comenzar de nuevo, de morir y resucitar en una misma vida muchas veces, porque al fin en la vida nos vamos a encontrar en mucho tipo de situaciones, pero es necesario saber enfrentarlas con alegría, con entusiasmo, con optimismo, luchar contra nuestros miedos, contra nuestros fantasmas, contra nuestros problemas y, sobre todo, resucitar”.
“Vivir para Ganar porque, a pesar de todo lo que he padecido desde que era un niño, he nacido para ganar”.
“La canción de Rocky nos habla de que todos tenemos un sueño que cumplir y no hay que tirar la toalla”.
“Lágrimas en el Cielo, homenaje de Eric Clapton a su hijo fallecido, que es la expresión del amor que tiene un padre hacia sus hijos. A pesar del tema triste, es una canción que merece ser escuchada porque el autor pone todo su corazón, toda su alma cuando la interpreta”.
“Esta canción que trata de las cosas bonitas que dicen los hombres a las mujeres, es motivo de recreo para mí cuando me apetece estar contento”.
“Viva la Vida, porque es un himno, himno a la vida y cada vez que la escucho me da alegría, me da esperanza”.
“Redemption Song, que habla de la esclavitud, porque todos, de alguna manera y algunas veces, la padecemos, física y emocionalmente.”
“Sobreviviré, porque es una canción que me motiva seguir adelante, a levantarme, a mover los pies”. “Es la canción que siempre me ha animado en los malos tiempos.”
“Con esta canción, que me da mucha vidilla y que me parece multicultural, me entran ganas de relacionarme con todos”.
“La canción Respirar me ayuda a estar tranquila y relajada cuando los momentos no son muy buenos”.
.…
Y, así continuaba el programa, con canciones que iban directamente al corazón, expresando sentimientos, alegrías, esperanzas, deseos de superación…
Imaginé varios subtítulos para este escrito: “El Rayo que no Cesa”, emulando a Miguel Hernández, porque este grupo de radio es rayo por la luz que irradia, y es rayo por su fuerza. También pensé en “Un faro en las Tinieblas”, porque para muchos es la antorcha que ilumina algunos momentos de sus días. Más adelante elegí “Caminos de Superación”, título de otro de los hermosos programas de este equipo que se me mostraba muy significativo, porque de eso es de lo que se trata: de ir siempre adelante y hacia arriba, venciendo nuestros miedos, salvando los obstáculos que se empeñan en matar nuestras esperanzas.
No lo dudemos: vamos a conseguirlo.
GRUPO DE VOLUNTARIADO DE ZONA CENTRO LinkavolC