Hoy hemos celebrado, en el EspacioCaixa Madrid, la jornada “Violencias Invisibles” donde expertas de Intress en violencia de género han querido dar visibilidad a las diferentes caras de la violencia contra las mujeres.
Las víctimas de violencia de género no son sólo las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, ni la violencia de género es sólo la agresión cometida dentro de las relaciones de afectividad. Existen otras formas de violencia que socaban la autonomía de las mujeres y de sus hijas e hijos en distintas dimensiones:
- La violencia por poderes es aquella ejercida por el maltratador sirviéndose del sistema judicial, con el fin de dañar a la víctima manteniéndola ocupada en dar respuesta a los múltiples requerimientos judiciales, en permanente estado de alerta y ansiedad. Cuando tiene lugar este tipo de violencia invisible, la víctima no se enfrenta solamente al agresor, sino a todo el sistema político y judicial que ampara este tipo de conductas.
- Las hijas e hijos de las mujeres víctimas de violencia de género también son víctimas del maltrato. Hasta la entrada en vigor de la Ley del Sistema de Protección a la infancia y la Adolescencia el pasado año, el Estado no contemplaba a los menores de edad como víctimas. Recientes investigaciones indican que esta población presenta a corto y largo plazo dificultades emocionales y de comportamiento así como síntomas de trauma, asociados a los malos tratos vividos contra sus madres. Es necesario ofrecer a los menores una atención especializada para abordar las consecuencias de la experiencia traumática vivida.
- La violación en grupo se produce cuando un grupo de hombres participan en la violación de una sola víctima. Este tipo de violación con trasfondo misógino ocurre en todo el mundo y sin embargo la información sistemática y estadística sobre la magnitud el problema es limitada. Nuevamente, la sociedad patriarcal recibe estos casos minimizando o diluyendo la responsabilidad de los agresores, dejando a la víctima sin la reparación necesaria para recuperarse del trauma.
- Los medios de comunicación desempeñan un papel muy importante en la conformación de las representaciones ideológicas de la violencia. El Eurobarómetro muestra que sólo un 4% de los europeos no había oído nunca hablar de violencia doméstica. De los que sí la conocían, un 89% es consciente del problema a través de la televisión, por lo que se convierte en la principal fuente de información en los casos de violencia de género. Para la Directora del Área de Mujeres de Intress, Belén López “la violencia de género será la que los medios de comunicación cuenten qué es y se trata de una realidad subjetiva y sesgada por los profesionales de los medios de comunicación que no tienen perspectiva de género”
- La institucionalización y revictimización que la mujer sufre a lo largo de su proceso de recuperación y salida de la relación de violencia perpetúan la desigualdad de género y se convierte en otra forma de violencia invisible. Las medidas de protección contempladas para las mujeres víctimas de violencia de género por parte de su pareja o ex pareja, así como los planes de seguridad establecidos, pueden tener como consecuencia el efecto contrario al deseado: convertirse en una herramienta que contribuye a potenciar el miedo, el estado de alerta y la indefensión en la mujer.
- Las mujeres con problemas de trastorno mental grave son más invisibles y su enfermedad está más tolerada socialmente. Sin embargo, la detección de los trastornos en atención primaria o especializada apuntan a la existencia de discriminación hacia la mujer en cuanto a los beneficios recibidos por parte de la asistencia sanitaria.
Las causas de la violencia contra las mujeres se encuentran en la discriminación de género, las normas sociales y los estereotipos de género que la perpetúan. La mejor manera de contrarrestar la violencia de género es prevenirla tratando sus orígenes y causas estructurales, así como apoyando la promoción de la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y su disfrute de los derechos humanos. Otra de las medidas defendidas durante la jornada “Violencias Invisibles” de Intress pasa por conseguir que el hogar y los espacios públicos sean más seguros para las mujeres, procurar su autonomía económica y la seguridad y aumentar su participación y su poder decisión en todos los ámbitos públicos y privados.