El área de Justicia y Comunidad del Instituto de Servicios Sociales (INTRESS) se hace cargo desde el 3 de abril de 2018 de la gestión del Servicio de Atención a las Víctimas del Delito (SAVD) en el territorio catalán. En un 99% de los casos ha atendido mujeres por causas relacionadas con violencia machista.
Las personas que tienen que afrontar un juicio, en la mayoría de ocasiones, se encuentran ante una situación nueva para ellas, una situación que no controlan y que puede generar fuerza incertidumbre. El acompañamiento y apoyo emocional por parte de una persona especialista es la mejor respuesta que se puede dar ante esta situación. Y no sólo porque se trata de uno de los derechos que establece el Estatuto de la víctima del delito (Ley 4/2015, de 27 de abril), sino porque, además, dar ayuda a las personas que más lo necesitan es un acto ético, humanitario y de responsabilidad social. El/la técnico/a que realiza el acompañamiento a juicio a víctimas del delito desarrolla diversas funciones para garantizar que la víctima pueda hacer una declaración en las mejores condiciones personales y emocionales posibles y, por tanto, tenga la oportunidad de explicar y defenderse. Para alcanzar este objetivo, la víctima debe estar tranquila y debe sentirse segura.
Como explican desde el Servicio, “contextualizar a la víctima en la situación por la que pasará, darle información de qué está pasando en cada momento, explicarle cuáles son todas las personas implicadas en el proceso y cuáles son sus funciones, acompañarla presencialmente durante todo el procedimiento es clave “. Además, “se le puede dar seguridad, apoyo, y ayudar a gestionar todas las emociones que pueden ir apareciendo, respetar sus decisiones y hacerla protagonista de esta situación reforzando positivamente y confortando a la persona “. Estas son las principales actuaciones que realizan diariamente los/as técnicos / as especialistas del Servicio de Acompañamiento a la Víctima del Delito (SAVD).
Estas profesionales están capacitadas para realizar una atención de calidad, individualizada y adaptada a cada una de las personas que acompañan, dando respuestas específicas a cada una de las necesidades que se van presentando durante todo el proceso y ofreciendo el apoyo emocional necesario.