Intress ha puesto en marcha en la Seu d’Urgell la Barnahus que dará cobertura al Alt Pirineu y Arán, un encargo de la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia del departamento de Derechos Sociales. Desde aquí se ofrecerá atención integral a una treintena de niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual a través de seis profesionales (psicólogas, trabajadoras sociales, dirección y administrativa).
La Barnahus de la Seu d’Urgell es la cuarta que se pone en marcha en Cataluña después de las de Tarragona, Lleida y Terrassa. El Gobierno catalán explica que la prueba piloto de Tarragona, iniciada en 2020, “ha hecho emerger una realidad que existía” y ha permitido multiplicar por cuatro la detección de casos de abuso sexual infantil llegando hasta los 803 casos en todo el periodo.
Concretamente, la equipación ofrecerá acompañamiento a niños, niñas y adolescentes del Alta Ribagorça, el Alt Urgell, la Cerdaña, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y la Vall d’Aran que hayan sufrido violencia sexual con un modelo de atención integral en un espacio amable para la persona atendida.
“Hoy les decimos a los niños, niñas y adolescentes que los adultos sabemos escuchar”, apunta Pilar Núñez, referente de infancia y directora de Intress en Cataluña, en el acto de inauguración del Barnahus, “la escucha, a menudo incómoda cuando se trata de un relato de abuso sexual infantil, nos lleva a un compromiso que facilite la reparación del daño como sociedad”.
Todo ello, en un equipamiento que tiene el aspecto de un hogar y que cuenta con dos salas de espera equipadas con muebles, juguetes, revistas y libros adecuados a las necesidades de los niños, niñas y adolescentes; dos espacios para entrevistar y atender las víctimas; una sala para que profesionales observen las entrevistas; una sala de exploración forense y otra de exploración médica. Así mismo, el centro también ha habilitado espacios de trabajo para las personas profesionales y una cocina.
El centro de La Seu d’Urgell ha habilitado un circuito cerrado de televisión para grabar el testigo del niño o niña atendida, que permitirá crear una prueba preconstituïda, y así se hará en todos los Barnahus. De este modo, todos los departamentos que intervienen en un caso de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes se coordinarán y trabajarán bajo el mismo techo para evitar que los menores tengan que declarar una media de cuatro veces en varios lugares y delante diferentes profesionales.
Este nuevo recurso también trabajará en el acompañamiento a las familias afectadas, así como en la prevención y la detección de abusos.