Escribe Itxaso Sasiain del Espacio de Igualdad Carme Chacón gestionado por Intress
Según la ONU la mortalidad materna es inaceptablemente alta. Cada día mueren en todo el mundo unas 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. En 2015 se estimaron unas 303.000 muertes de mujeres durante el embarazo y el parto o después de ellos. A pesar de los avances conseguidos, cada 11 segundos muere una mujer embarazada o un recién nacido en el mundo. La mayoría de ellas podrían haberse evitado. Cada año, en el mundo ocurren 25 millones de abortos inseguros; entre 49 y 180 millones de parejas se ven afectadas por la infertilidad; casi dos millones de personas se infectan con el VIH y aproximadamente 266.000 mujeres mueren de cáncer de cuello uterino.
Además, aproximadamente una de cada tres mujeres en todo el mundo experimentará violencia de género en algún momento de sus vidas, la mayoría de las veces por parte de una pareja. Es más, en los países empobrecidos, más de 200 millones de mujeres al año quieren evitar quedarse embarazadas pero no usan anticoncepción moderna, más de 45 millones reciben atención prenatal inadecuada –o ninguna– y más de 30 millones dan a luz a sus bebés fuera de una instalación habilitada. Más allá de los 11 países que condenan la conducta homosexual con la pena de muerte, las personas con una orientación sexual o identidad de género diferente de la normativa corren peligro debido a su exposición a crímenes de odio (palizas, agresión sexual, tortura, arrestos, estigma y asesinato). En concreto, las personas transgénero son víctimas preferenciales de dichos crímenes. Según los datos recogidos por Transgender Europa en su Observatorio de Personas Trans Asesinadas, entre 2008 y septiembre de 2020 murieron asesinadas 3.664 personas transexuales en el mundo. Todas ellas asesinadas por prejuicios discriminatorios.
Durante esos 12 años, en España han sido asesinadas 13 personas trans. Por todo ello los derechos sexuales y reproductivos son claves para superarlo. El origen de los mismos son los movimientos de mujeres, esto es, el feminismo, que ha trabajado por desvelar las violencias contra las mujeres y que se traducen en derechos gracias a dos Conferencias Internacionales: la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994, que es la primera que da una definición de los derechos reproductivos y que recoge también la IV Conferencia Internacional de la Mujer de Pekín, en 1995:
“La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. Esta última condición lleva implícito el derecho del hombre y la mujer a obtener información y de planificación de la familia de su elección, así como a otros métodos para la regulación de la fecundidad que no estén legalmente prohibidos, y acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, el derecho a recibir servicios adecuados de atención de la salud que permitan los embarazos y los partos sin riesgos y den a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos.
En consonancia con esta definición de salud reproductiva, la atención de la salud reproductiva se define como el conjunto de métodos, técnicas y servicios que contribuyen a la salud y al bienestar reproductivos al evitar y resolver los problemas relacionados con la salud reproductiva. Incluye también la salud sexual, cuyo objetivo es el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión sexual”.
Desde entonces, han pasado casi 30 años, y aunque ha habido avances, también se han dado muchos retrocesos. A día de hoy, es vital seguir trabajando y reclamando nuestros derechos. La vida de las mujeres y niñas continúa en juego.
Porque los cuerpos de las mujeres y las niñas dejen de ser los campos de batalla.
Referencias bibliográficas:
Mortalidad materna, Organización Mundial de la Salud, 19 de septiembre del 2019.
Según un informe de las Naciones Unidas, las cifras de supervivencia maternoinfantil son más elevadas que nunca, Organización Mundial de la Salud, 19 de septiembre del 2019.
Definir tu sexualidad y elegir pareja también es salud, El País, 10 de mayo del 2018.
Personas LGBTI, Naciones Unidas Derechos Humanos: Oficina del alto comisionado.
Asesinatos de personas LGBTI: Cuando ser uno mismo se paga con la vida, Amnistía Internacional, 28 de enero del 2021.