Entrevista con Núria Valls (coordinadora) y Laura de Mato (educadora social) del Club Social El Picot, servicio del Área de Salud mental de Intress
Núria Valls es psicóloga y Coordinadora del Club Social El Picot de la Seu d’Urgell. Desde que acabó la carrera en 2017 ha trabajado en atención directa con personas con discapacidad intelectual hasta que el 2021 empezó en servicios de personas con diagnóstico de salud mental. Laura De Mato es Educadora Social del Club Social El Picot. Trabajó durante 5 años con infancia hasta que hizo un cambio hacia el ámbito de la salud mental.
En qué situación están las personas que acompañáis al Club Social?
Núria: Al Club Social El Picot atendemos a personas mayores de edad con un trastorno de salud mental y el objetivo del servicio es que tengan una ocupación significativa y saludable durante su tiempo libre. Cuando se tiene un trastorno de salud mental hay una tendencia a quedarse en casa y se pueden dar situaciones de riesgo de aislamiento social.
Con qué tipo de actividades y apoyo hacéis realidad vuestro acompañamiento?
Núria: En el Picot hacemos actividades de ocio como ir al teatro, hacer yoga, cocinar y comer juntos… hacemos cosas muy diversas. En el servicio funcionamos de forma asamblearia, una vez al mes nos reunimos y son las personas que atendemos las que hacen las propuestas. Nos reunimos y decidimos juntos y juntas. No tiene sentido si las personas atendidas no quieren hacer lo que proponemos. También hacemos actividades de participación comunitaria. El año pasado, por Sant Jordi, hicimos un taller para niños y niñas en el que pintábamos dragones en el suelo con tiza. La relación de éstos con las personas que atendemos es muy bonita, se aportan mucho mutuamente. Los niños y niñas tienen una mirada más naif, de no juzgar tanto de buenas a primeras.
Qué retos específicos encontráis en la hora de atender a personas que viven en zonas diseminadas o pequeños pueblos del Alt Urgell?
Laura: El principal reto es el transporte. A veces nos cuesta llegar a gente fuera de la Seu, que es donde tenemos el recurso principal.
Núria: El transporte público que hay entre pueblos no ayuda. Como decíamos antes, trabajamos con personas que tienden a quedarse en casa, a aislarse… si encima tienen dificultades para poder acceder a los servicios, es todavía más complicado poder hacer el trabajo.
Laura: Un ejemplo, es una persona que viene de Organyà los lunes a hacer teatro y que, en la época de verano, al estar las escuelas cerradas, no podía coger un autobús de vuelta. Y por tanto, no podía venir… no porque no quisiera, sino porque no tenía cómo volver.
Cómo impacta el problema de la vivienda en la capacidad de vuestros servicios para proporcionar atención efectiva?
Laura: La Seu siempre ha sido una población cara para vivir. Por la influencia que tenemos. Somos una ciudad con frontera y esto influencia. Pero últimamente, con el boom que se le ha dado en Andorra con todo el tema de los youtubers y los influencers ha hecho que los precios se encarezcan. A la gente de Andorra los afecta, se desplazan hacia la Seu y entonces nos vemos afectadas nosotras. Los alquileres están muy caros.
Núria: Está habiendo una especulación con el tema inmobiliario importante. Las oleadas de construcción reciente en Andorra están tendiendo hacia el lujo. El hecho de que el mercado inmobiliario en Andorra esté tan tensionado hace que la gente se tenga que buscar la vida en otro lugar próximo. Desde Intress alguna vez se ha planteado la posibilidad de abrir un piso con apoyo en la zona… y el precio de la vivienda no ayuda.
Laura: La mayoría de gente que atendemos se encuentra entre los 45 y 50 años… por lo tanto no se encuentran con este problema de búsqueda de la vivienda. Aun así, con sus ingresos, que a menudo son ayudas por su situación, casi no les llega para sus gastos del día a día después de pagar el alquiler.
Qué estrategias creéis que se pueden implementar para abordar esta cuestión?
Laura: Una de las medidas que se había planteado era la de hacer pisos para personas con diagnóstico de salud mental. El proyecto está hecho porque pensábamos que ya era una realidad… pero finalmente no salió.
Nuria: La Administración tendría que apostar para hacer una inversión en vivienda para este colectivo. También para el resto de la ciudadanía. Faltan parques públicos de vivienda. No es fácil con un país vecino que está apostando por todo el contrario. Hasta que el modelo no cambie, es difícil. Se tiene que hacer un replanteamiento global.
Qué relación tenéis con las comunidades locales y cómo involucráis los residentes en el apoyo a este colectivo?
Núria: Hacemos mucha incidencia en las escuelas, los institutos… pero como nuevo reto nos proponemos el pensar cómo llegamos a la gente más adulta. Quizás nuestro trabajo de incidencia está más limitado a la prevención, a abordar a las personas cuando son estudiantes.
Laura: Por un lado, somos un recurso conocido… pero por otro lado hay mucha gente que no conoce nuestros servicios. Un reto que nos proponemos es enraizar en la comunidad para que nos conozcan más allá de los centros educativos.
Núria: En el Picot tenemos un programa de entrevistas en la emisora local de la Seu. Una vez al mes hacemos una entrevista a alguien y de este modo también nos damos a conocer.
Laura: A veces también quedamos con otros clubes sociales como el del Pallars y esto también nos ayuda a hacer comunidad. Tenemos muchas cosas en común y un ejemplo es el que decíamos del transporte.
Otras entrevistas en Intress: Concha Méndez (Centro de Día para Mujeres Ayaan Hirsi Ali) y Virginia Llamazares (SAD Palma).